miércoles, 12 de diciembre de 2012

El esqui de los niños

Por segunda vez en su vida, hemos ido con los niños unos días a esquiar. Una experiencia inolvidable...desde luego.

Llevo esquiando desde que tenía seis años, y no recuerdo que fuera tan difícil que los mayores cargaran con mis cosas.

Tuvieron clases con un profesor, pobre. En algún momento dudé si pagarle un poco más por el sufrimiento.

Ya se sabe que los niños son movidos, y que no tienen sensación de miedo... pues ponedles unos esquís y soltadles en una pendiente nevada. Entonces sereis vosotros los que vivais una auténtica sensación de pánico cuando esos seres pequeñísimos, con un casco enorme y embutidos en sus monos, se deslicen "a toda caña"-palabras de mi Princesita- sin importarles demasiado lo que haya delante ni como parar... ¿para qué parar?

Tenían unas horas de clase todos los días, El Rey, la Princesita, y otros dos niños del mismo tamaño. Durante ese tiempo, Papá y yo aprovechamos para esquiar un poco a nuestro ritmo.

En una de esas, que les veo de lejos, todos intentanto seguir al profesor (otra vez sensación de pánico), escucho una vocecilla aguda- mi dulce Princesita ¿quién si no?- gritando al profesor: "Profe, profe, podías ponerlo un poco más dificil, ¿no?"

Sin palabras, me quedé sin palabras. ¿mas difícil?, pero inconsciente, si todavía no sabes frenar y ¿ya quieres hacer carreras?

Pues si, no solo ella quería hacer carreras sino que su hermano, El Rey, también. Y alli me encontraba yo, bajando con ellos las pistas después de su clase e intentando que siguieran mis huellas, cuando me doy me doy la vuelta para mirar hacia delante (por eso de no accidentar a ningun otro esquiador), y antes de que vuelva a mirar para atras a comprobar que me siguen, me pasa una bola naranja por un lado, y una bola rosa por otro.

Pánico? aquello no fue pánico, aquello fue terror.

Osada de mí, me lanzo detras de ellos escuchando a lo lejos aquella voz aguda: "Mami, mami, más rápido, que voy a toda caññaaaaaa".

En ese momento me costó un pelín reponerme del susto, pero al final accedí. ¿Quereís carrera? ¡pues la vais a tener!

Tardé un poco en cogerles (hay que ver lo que corren esas bolas cuando pierdes unos segundos en recuperarte del shock), pero luego no tuve demasiada piedad. Gané la carrera, que para algo me tienen que servir mis años de práctica, y no podía permitir que me perdieran el respeto así, con una bola en la cabeza.

Ahora claro, una vez llegados a la meta, toca quitarse los esquís, el casco, los bastones, y los guantes, y echar a andar directos a la ducha.

¡Ahi llega el problema! "Mami, ¿me llevas los esquís?" "Mami, estoy cansado""Papí, no puedo con el casco"...¡Traidores!

Al final resultó una instantánea fantastica, toda la familia unida andando por la estación: los padres con dos pares de esquís cada uno en un hombro y resbalando por los lados, además de los guantes, la mochila y la botella de agua que tuvimos que comprar; los niños detrás, intentando andar con sus bastones y los nuestros, que de paso son mas altos que ellos, la botas puestas y los cascos cayendo al suelo cada cinco pasos. Un auténtico poema

Lo dicho, no recuerdo que fuera tan difícil que me llevaran los esquís

Unos días después y recuperada de todo, excepto de las agujetas, pienso: Una experiencia inolvidable, sin duda... esperando repetirla el año que viene

martes, 11 de diciembre de 2012

Pequeños montruos de hoy en día


A menudo me sorprendo a mí misma mirando boquiabierta los dibujos animados que ven mis hijos. Cuando terminan de cenar, antes de irse a la cama, vemos un ratito de tele, y... por eso de entender algo de lo que hablan cuando están jugando, pues me los trago yo también.
 
En estos momentos, es cuanto todo el exceso de actividad y energía del que hacen gala durante el resto del día, se queda perdido en algún sitio (que todavía no se cual es), y se entrar en un estado de semi trance, del que tengo que sacarles a casi a tirones.
 
No hablan, no oyen, no contestan... Me río yo de las terapias de hipnosis que se han puesto tan de moda últimamente!
 
Y es que, no lo acabo de entender. Llamadme nostálgica, pero yo me quedé en la época en que los dibujos eran de colores suaves, caritas amables y canciones pegadizas. Aquello si que era para quedarse mirando! 
 
Los dibujos de ahora me dejan sin palabras. Hemos cambiado a la pequeña Heidi y su amigo Marco por un equipo de fútbol que utiliza técnicas alienígenas para marcar un gol. Personalmente me impresionó mucho la primera vez que vi a mi hijo utilizando (creo), una ventisca eterna desde un lado del pasillo y a mi hija respondiendo con un super puño invencible desde el otro extremo. Creo que fue en ese momento cuando decidí ponerme a ver dibujos con ellos.  
 
Los ositos Jaki y Nuka que veíamos nosotros de pequeños, ahora se han convertido en pequeños seres que aterrorizarían al mismísimo Darth Vader, y participan continuamente en combates guiados por un entrenador para ganar un montón de medallas.
 
La primera vez que los ví, me parecieron feos, a la segunda seguía sin entender nada... Después de varias películas, una colección de 176 cromos, varios estuches e incluso encontrarme figuritas alguna vez en la cama,... chica, hasta les cogí cariño.  Pero ahora, mi hijo de mayor quiere ser entrenador y yo he conseguido aprenderme los nombres de algunos de ellos. Esto ya me preocupa un poco.
 
Y podría seguir con miles de ejemplos, como la esponja que vive debajo del agua y trabaja en una hamburguesería, el niño que tiene un reloj mágico para convertirse en alienígena  bueno y acaban con los malos, o los cuatro niños que se convierten en elementos de la naturaleza para combatir con los malos.... Me los sé todos!
 
Como diría mi madre:
"Hija, pues imaginación ya le han echado un rato" 
 
Y, es cierto, imaginación le han echado, pero...¿Monstruos combatientes? ¿ Técnicas alienígenas? ¿qué será lo siguiente? Sé que me voy a arrepentir de esto, pero ¿cuantas camisetas, cuadernos y lápices de dibujos rarísimos voy a tener que comprar hasta que empiecen a ver cosas de "mayores"?
 
En fin, espero ansiosa las novedades que sin duda traerá la nueva temporada ... 
 
 
 
 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El ERE de estas navidades

Hoy he leído dos noticias que me han dejado totalmente descolocada
“Ya están preparadas en Madrid las luces de Navidad”- Vale. Falta un mes para Navidad, y ya están preparadas las luces. Lo cierto es que no podían tardar, teniendo en cuenta que casi por arte de magia están apareciendo en mi casa los catálogos de juguetes de todos los centros comerciales…. Tan bonitos que hasta me dan ganas de hacer yo mi propia carta a los reyes pidiendo el Frutilandia, los Pokemon y unos cuantos Pet Shops…
Pues eso, el anuncio de las luces hace más real el hecho inexorable de que la Navidad ya está aquí,  como el anuncio de El Corte Inglés. Para mí ha sido como un golpe de realidad… pero si todavía no he terminado de imprimir los álbumes de fotos de este verano!  Entonces, he caído en la cuenta: no es que todavía quede un mes, es que solo queda un mes!
En cuanto he llegado a la oficina,  me he puesto a enviar como los tradicionales mails de organización de comidas, cenas y eventos de Navidad. Todos esos encuentros con las amigas del colegio, con los primos lejanos, los que vienen del extranjero…, ocasiones únicas para encontrarte con algunas personas a las que de otro modo habrías dejado de ver hace muuuuucho tiempo
La segunda noticia, me ha dejado totalmente de piedra. Tal como reza el twitt que he recibido, y copio literalmente que no quiero que haya equívocos: “El Papa desarma, en su última obra, el portal de Belén”.  Leído el titular, claro, me ha picado la curiosidad y he tenido que leer la noticia. ¡En qué hora!
Bueno, pues resulta que ahora el Para dice que la estrella que guió a los Reyes Magos no era una estrella, sino una supernova, que el portal no era un portal y que no había no buey ni mula.
He tardado unos minutos en reaccionar. ¿Y esto? Pero…. ¿Y todo lo que nos han enseñado en el colegio? ¿Y todos los cuadros, frescos, y demás obras de arte que hemos visto desde pequeños con su portal, sus pastores,  su  buey y su mula? Está claro que estaban todos equivocados. Si su Santidad lo dice…
Lo cierto, es que desde que yo era pequeña, en la obra de teatro del colegio, nadie quería hacer de buey o de mula, y eso que su papel era muy importante!  Mira por dónde, puede que alguno se ponga hasta contento 
Pero…, y ahora ¿qué hago yo con mis niños éstas navidades? ¿Pongo el Belén o no lo pongo? Yo,  que cada año les llevo a la Plaza Mayor a comprar una figurita, y que este año, casualidad, tocaban el buey y la mula, ¿qué les digo?
Lo de la estrella, supernova o no, pues chica qué más da, al final guió a los Reyes Magos que era de lo que se trataba, y les seguirá  guiando, al menos por ahora, por las calles de las ciudades hasta las casas de los niños que se han portado bien. Al menos, no les quitamos esa ilusión a los niños, insisto por ahora….

Pero lo del buey y la mula, no. Esto sí que no. Vale que estemos en época de ajustes, que la economía no esté para dispendios,… pero hacerle un ERE al portal de Belén ya me parece demasiado. ¿Era necesario?,  sobre todo ¿era indispensable publicarlo así, a solo un mes de la Navidad?
Lo siento Santidad, pero yo este año voy a comprar el buey y la mula y voy a montar un Belén como Dios manda
Ea!